En el mundo de la nutrición y la salud, el colágeno natural ha ganado una gran popularidad, especialmente a través del caldo de huesos. Este ancestral remedio se ha posicionado como una fuente rica en nutrientes y un aliado para la salud de la piel, las articulaciones y el sistema digestivo. En este artículo, exploraremos los beneficios de este tipo de caldo, cómo prepararlo y la mejor manera de integrarlo en tu dieta.
¿Qué es?
Es un líquido obtenido al hervir huesos de animales, como pollo, res o pescado, durante un periodo prolongado. Este proceso de cocción lenta permite extraer nutrientes de los huesos, incluyendo el colágeno, minerales como el calcio y el magnesio, y otros compuestos beneficiosos como la glucosamina y la condroitina.
Beneficios
Fuente rica en colágeno: Es una excelente fuente de colágeno natural, el cual es crucial para mantener la elasticidad y la salud de la piel y disminuye la aparición de las arrugas. Además, el colágeno ayuda a fortalecer las articulaciones y puede aliviar los síntomas de condiciones como la osteoartritis.
Mejora la salud digestiva: Los aminoácidos presentes en el caldo de huesos pueden ayudar a fortalecer la mucosa intestinal, lo que es beneficioso para quienes sufren de problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable.
Soporte para el sistema inmunológico: Contiene nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico, lo que lo hace ideal para la recuperación de enfermedades y para mantener una buena salud general.
Preparación
Cocinar caldo de huesos es un proceso simple, aunque requiere tiempo. Aquí te dejamos una guía básica:
Elige los huesos: Puedes usar de pollo, res, cerdo o pescado. Es ideal incluir los que vengan con médula y cartílagos para maximizar la extracción de colágeno.
Tueste (opcional): Para un sabor más intenso, puedes hornearlos a 200°C durante 20-30 minutos antes de hervirlos.
Cocina a fuego lento: Coloca los huesos en una olla grande, cúbrelos con agua y añade un poco de vinagre (para ayudar a extraer los nutrientes que llevan). Lleva a ebullición y luego reduce el fuego para mantener un hervor suave. Cocina a fuego lento durante 12-24 horas, retirando la espuma que se forme en la superficie.
Cuela y almacena: Una vez cocido, cuela el caldo y tira los huesos y los sólidos. Puedes guardar el caldo en la nevera hasta por una semana o congelarlo para un uso futuro.
El caldo de huesos puede ser consumido solo, como una bebida caliente, especialmente durante los meses fríos. También se puede utilizar como base para sopas y estofados, agregando un extra de nutrientes a tus comidas. Incluso, se puede usar en lugar de agua para cocinar arroz o vegetales, aportando un sabor rico y beneficios adicionales para la salud.
Como puedes ver es mucho más que una tendencia en el mundo de la salud; es una forma tradicional y natural de nutrir el cuerpo con colágeno y otros nutrientes esenciales. Su preparación puede requerir tiempo, pero los beneficios que aporta a la salud lo convierten en un excelente complemento para una dieta equilibrada.
3 comentarios
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Hi ha que veure l'estulticia de certes persones, els xerren de brou d'ossos de tota la vida de les persones i responen que si repugna o que si el canvi climàtic. Després es mengen una hamburguesa vegana plena de productes químics i farina d'escarabat merder, això sí, amb una grapada de cacahuets. Anau a fer de criats de les elits que vos donin les seves miques i deixau viure a la gent normal tranquilament com sempre hem fet.
Súper ecológico eso de tener una olla de 12 a 24 horas en marcha. Luego se habla de pobreza energética, del precio de la electricidad, del cambio climático...
Puede que esta cocción tenga todo el colágeno del mundo, pero en mi casa estas cosas a priori y sin priori repugnantes ni siquiera se piensan. Optamos por las nueces, las almendras, los dátiles. Por ejemplo.